Epicondilitis: causas, síntomas y tratamiento

Epicondilitis: causas, síntomas y tratamiento

La epicondilitis es una tendinitis insercional de los músculos del antebrazo, principalmente del tendón del músculo extensor radial corto del carpo. Realmente, sería más correcto hablar de tendinopatia del extensor corto ya que, tras una primera fase inflamatoria, el componente principal de esta patología será la degeneración del tejido de este tendón.

En muchas ocasiones, cuando diagnosticamos un episodio de epicondilitis y el paciente no es jugador de raqueta habitual, suele sorprender el sobrenombre de codo de tenista. Sin embargo, esta patología la sufren personas que realizan actividades laborales o recreativas que requieren el uso repetitivo y vigoroso del músculo del antebrazo. Por ejemplo, los pintores o carpinteros son propensos a desarrollarlo, al igual que el personal de enfermería, cocina o peluquería.

Causas

La epicondilitis es consecuencia de una sobrecarga mecánica en la zona de unión de los músculos extensores del antebrazo con el epicóndilo causado por el sobre uso de éstos en actividades que requieren movimientos repetitivos de extensión y prono-supinación.

Dentro del grupo muscular de los extensores, el músculo extensor radial corto del carpo es el más frecuentemente afectado. Este músculo ayuda a estabilizar la muñeca cuando el codo está extendido y a extender la muñeca en distintas posiciones. Cuando este músculo se debilita por un exceso de uso se crean desgarros microscópicos en el tendón, en la zona donde se une al epicóndilo lateral. Si estos desgarros son repetitivos y superan la capacidad de reparación, aparecerá un proceso inflamatorio y de dolor en la zona.

Además del uso excesivo, debido a su posición anatómica, el extensor radial corto tiene más riesgo de dañarse que otros músculos.

Síntomas

El síntoma principal es el dolor en la parte exterior del codo con irradiación hacia el antebrazo. Los síntomas se desarrollan gradualmente. Al principio, el dolor es mecánico, es decir, aparece solo con los ejercicios repetitivos del codo. Pero, con el tiempo, el dolor pasa a ser crónico, incluso en reposo, agudizándose con los esfuerzos.

Con frecuencia aparece debilidad con sensación de pérdida de fuerza en la mano y dificultad para coger y cargar objetos.

Tratamiento

En el tratamiento de la epicondilalgia, la osteopatía tiene por objetivo identificar los problemas biomecánicos o de movilidad del codo y la muñeca, para después restablecer el movimiento correcto. Ya que la musculatura que sufre el dolor tiene sus anclajes óseos en esas articulaciones, si reestablecemos el correcto movimiento a través de la osteopatía, la musculatura epicondilea soportará mejor las cargas de trabajo.

El control vascular y nervioso de los tendones y musculatura del codo proceden del raquis cervical. Por esta razón, la osteopatía también identifica cuales son las disfunciones cervicales, para devolver su movilidad restaurando así la buena función del segmento. Por consiguiente, se mejora el control neurovascular y neuromuscular de los tendones lesionados.

Por último se restaura el correcto trabajo de la musculatura alterada, relajando la musculatura acortada y tonificando la musculatura que quedó debilitada durante el proceso patológico.

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